Los líderes del Grupo de los Siete (G7) cerrarán hoy en Inglaterra su primera cumbre en dos años con varias promesas, incluyendo vacunar al mundo contra el coronavirus, refrendar un impuesto a las grandes corporaciones y combatir el cambio climático, en medio de cuestionamientos de que los compromisos adoptados son insuficientes.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los gobernantes de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón reafirmaron su alianza tras el conflictivo mandato del expresidente estadounidense Donald Trump y buscaron transmitir que su grupo de democracias ricas es mejor amigo de las naciones más pobres que rivales como China.

Pero no estaba claro cuán firmes serán los compromisos del grupo sobre las vacunas contra el coronavirus, la economía y el medio ambiente cuando los líderes emitan su comunicado final. Tampoco estaba claro si todos los líderes respaldarían el llamado de Estados Unidos para castigar a China por reprimir a su minoría musulmana. El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anfitrión de la cumbre, quería que la reunión de tres días enarbolara la bandera de una «Gran Bretaña global», la iniciativa de su Gobierno para darle al país mayor influencia en la resolución de problemas globales.

Sin embargo, el Brexit ensombreció ese objetivo durante la cumbre en la costa suroeste de Inglaterra, ya que los líderes de la Unión Europea (UE) y el presidente Biden expresaron su preocupación por problemas con las nuevas reglas comerciales entre el Reino Unido y la UE que han aumentado las tensiones en Irlanda del Norte.

De todos modos, el estado de ánimo ha sido positivo: los líderes sonrieron para las cámaras en la playa de Carbis Bay, un pueblo bordeado de acantilados que se convirtió en una fortaleza para la reunión. La última cumbre del G7 fue en Francia en 2019, y el evento del año pasado en Estados Unidos fue suspendido por la pandemia de coronavirus.