Un trágico episodio ocurrió el fin de semana en la localidad de San Cristóbal, ciudad de Buenos Aires, en donde cuatro miembros de una familia murieron tras inhalar monóxido de carbono.

En la casa, habían realizado una reparación que tendría que haber estado a cargo de un gasista matriculado y la hizo un plomero.

La dueña de casa es una mujer que dejó a sus hijos y sobrinos durmiendo en su casa y se fue a trabajar. Las víctimas tenían 27, 16, 14 y 4 años, y fueron encontradas muertas por la niñera que fue a cuidar a los menores. En el departamento había una quinta persona que está internada por la intoxicación con monóxido de carbono.

«Se me fueron cuatro de mi familia. Hicieron mal su trabajo. Dejaron todo abierto, no le pusieron cemento, les cambiaron las lleves de cierre», expresó la madre y tía de las víctimas, al describir el estado en el que había quedado el departamento de una planta baja en La Rioja al 1100, donde ocurrió el trágico episodio.

Además, explicó que la administración del edificio había mandado a un plomero a revisar los caños de agua del departamento porque no había suministro, y conjeturó que algo debe haber salido mal en el arreglo.

«Dicen que fue por el calefón. El calefón no es viejo. La cañería la cambiaron mal», sentenció la mujer, para quien «el trajo lo realizó alguien que contrató la administración».