La defensa del empresario Omar Farías rechazó las acusaciones que llevaron a la detención el 25 de junio, por considerar que se trató de una “cuestión contractual” y que el Ángel Jawahar fue quien incumplió los acuerdos para la compra de la cadena de panaderías “El Gordo Buby” y “El Rey de las Medialunas”.

 

El letrado Gabriel Coronel Chalfón lleva adelante el pedido de excarcelación, pero la audiencia virtual con la jueza Cecilia Vittar, prevista para este lunes 5 de julio, se suspendió por falta de luz en el domicilio del responsable de la audiencia.

 

El abogado sostuvo que al cotejar el expediente detectó que Jawahar había entregado una seña de 9 millones de pesos ante escribano, con un remanente de 6 millones a cubrir hasta la firma definitiva del boleto de compra-venta, prevista para el 12 de mayo. “La operación fue en pesos y así consta en el documento, nunca se habló de dólares”, indicó. Se trataba de la venta del fondo de comercio de la cadena hacia Jawahar. Pero indicó que Jawahar realizó la operación fuera de término y “en una escribanía distinta a la acordada”, por lo que Farías dio por caída la operación y se quedó con la seña.

 

Su contraparte, Diego Lindow, sostiene que el acuerdo era por 200 mil dólares, de los cuales su cliente llegó a depositar 125 mil y entregó un automóvil Chevrolet Camaro, como parte de pago. Coronel Chalfón dijo que su cliente nunca tuvo en su poder ese vehículo. También rechazó la demanda de la devolución de más de 20 millones de pesos que exige Jawahar por el cambio en dólares, al sostener que la operación siempre fue en pesos. “Mi cliente cumplirá al pie de la letra lo que dispone el contrato”, aclaró.

 

El defensor también consideró excesiva la detención de Farías, ordenada por la justicia. “Se trató de una cuestión contractual civil, si nos lleváramos de los incumplimientos más en una situación difícil en la que nos encontramos, donde es algo frecuente por ejemplo en alquileres, tendríamos un montón de detenidos”, ironizó el defensor. También negó que su cliente se hubiera fugado a Tucumán, como sostuvo Lindow.

 

Por otra parte, Coronel Chalfón negó que esta situación pusiera en peligro las fuentes laborales de la cadena de panaderías: “el personal sigue trabajando con normalidad, es más, continúa una empleada que fue tomada por Jawahar cuando tomó posesión de la empresa”.