La cirugía estuvo a cargo de Fanny Rondón Torres, médica cirujana plástica venezolana del servicio de quemados, junto a un equipo interdisciplinario de anestesistas e instrumentadores quirúrgicos.

Se realizó el procedimiento a un lactante mayor de 1 año, que fue  previamente compensado y derivado por el Centro Integral de Salud Banda por las quemaduras por líquidos calientes: agua en 35% de superficie corporal total.

 

Las lesiones afectaban el miembro superior derecho incluyendo mano derecha circular, miembro inferior derecho, circular, y miembro inferior izquierdo. Se le dio atención inicial por guardia y pase a terapia intensiva. Luego de afrontar todas las complicaciones que tuvo el niño y como presenta muchas heridas por cicatrizar y no se podía realizar un auto-injerto, se planteó el colocarle un sustituto cutáneo (piel cadavérica).

 

Para eso se tramitó a través del banco de tejidos del Hospital Garrahan, con autorización del INCUCAI, para que el tejido llegara en óptimas condiciones a Santiago. Además de ese bebé, otro niño también fue sometido a una operación similar.

 

Actualmente en el CePSI permanecen internados y bajo tratamiento 4 grandes quemados, lo que significa que tienen comprometido el 20% o más del cuerpo con quemaduras. Por lo cual se está haciendo grandes esfuerzos para recuperarlos íntegramente con un equipo interdisciplinario de trabajo.

 

La piel cadavérica se utiliza como cobertura transitoria mayormente en pacientes quemados, en quienes el trasplante de piel es imperativo para salvar la vida. Pero, también, es necesaria en casos de extirpación de áreas importantes de piel.

 

La piel se obtiene de donantes a corazón parado o de donantes multiorgánicos en muerte encefálica. La extracción se realiza en un quirófano, por medio de un instrumento eléctrico diseñado para este fin denominado dermátomo, con el cual se obtienen lonjas de aproximadamente 1 mm de espesor.

 

Las regiones del cuerpo del donante de las cuales se obtiene el tejido siempre son zonas que no quedan expuestas, es decir que no se ablacionan manos, pies, cara, cuello ni región superior del tórax.