Por Eduardo Espeche

El año 2002 es recordado por la crisis que devino del año anterior y desencadenó la renuncia del presidente Fernando de la Rúa, pero menos por un fenómeno que se multiplicó en varias provincias argentinas, entre ellas Santiago del Estero, donde se descubrieron animales mutilados de forma misteriosa. En forma simultánea, en Nuevo México (EEUU) y Puerto Rico se registraron hechos similares.

 

Pobladores de dos localidades del interior provincial denunciaron la aparición de vacunos muertos y con extrañas características, inusuales para lo que habían visto en toda una vida en el monte. 20 años después el misterio subsiste, aunque no se trata de los primeros ni los últimos casos de este fenómeno que cada tanto reaparece. Estos casos que brotan en cualquier lugar del mundo hasta ahora no encuentran una explicación científica convincente.

 

La Asociación de Estudio e Investigación del Fenómeno Ovni y Astronomía La Banda (AEIFOAB) indagó esos y otros muchos casos, pero estos dos tienen la particularidad de haber sido registrados por un equipo de Cable Express. Los informes editados por AEIFOAB con material del programa “El protagonista es usted”, conducido por Marcos Hermelo, se pueden encontrar en You Tube.

EN QUIMILIOJ

El 23 de junio de 2002 un equipo del canal por cable entrevistó al entonces oficial principal Quinteros, de la Seccional 38 de Garza, ya que diez días antes un poblador denunció el descubrimiento de un animal con extrañas mutilaciones en el cercano paraje Quimilioj (departamento San Martín).

 

“Llegamos al lugar y constatamos la veracidad de lo vertido por esta persona y que tomó estado público en un medio televisivo de Capital”, señaló Quinteros, quien recibió instrucciones del entonces jueza de Crimen de Quinta Nominación, José Uñates, para realizar una investigación como información sumaria para establecer las causas.

 

“Los tipos de corte que tenía este animal nos llamó la atención porque era muy perfecto, aparte de la extracción del globo ocular sin dañar los párpados”, indicó el oficial a cargo de la comisaría en ese momento.

 

El caso causó revuelo y el propio juez Uñates, el jefe de policía, veterinarios y peritos de Criminalística examinaron los restos. Quinteros dijo que era la primera vez que se denunciaba este tipo de hechos, aunque no descartó que hubiera otros que los pobladores no informaron por sus escasos medios.

 

A unos 15 o 20 kilómetros de Garza se encontraba el animal que causó sorpresa “porque no tenía signo de ningún elemento cortante”, según indicó el baqueano Domingo Paz. Tras la inspección judicial, los lugareños le cortaron la cabeza al animal y lo quemaron.

Pese a la destrucción parcial del cuerpo, por el temor que suscitó, se pudo comprobar que en el sitio no había sangre pese a haber sido eviscerado y sus heridas parecían cauterizadas. Tampoco se aproximaban insectos o animales carroñeros ni sus extremidades presentaban rigor mortis, pese a que habían transcurrido varios días desde su muerte. No había rastros de depredadores, ni animales ni vehículos.

 

El poblador Paz corroboró que en el lugar no había signos de lucha ni pataleo. “Nunca vi algo así”, musitó, con la mirada fija en los despojos.

 

En la escena se detectó con un medidor de voltaje energía alterna que iba de 24 a 2,8 voltios en un radio de 4 metros alrededor del cuerpo. Carlos Puentedura, en ese momento presidente de AEIFOAB declaró en el sitio: “Con los instrumentos puedo asegurar que hay ese tipo de variaciones, más no puedo afirmar que realmente es obra de extraterrestres. Pero a las pruebas me remito: tenemos un cuerpo mutilado y a los 4 metros hay un círculo bien definido alrededor, donde hay fluctuaciones de corriente alterna que varían de frecuencia según uno se aleja o acerca. Ese círculo se extiende por 1,80 a 2 metros y tiene esas propiedades eléctricas”.

 

Y explicó: “Es harto sabido por la gente de campo que ningún animal se acerca a los campos eléctricos, por ejemplo en las torres de alta tensión y las vacas no caminan por debajo de las líneas de alta tensión porque al parecer les molesta la fluctuación. Los felinos son sensibles a los campos eléctricos, al igual que las hormigas que se guían, además de por el olor, por los campos magnéticos, y las aves de rapiña tienen un navegador por excelencia. También se escucha que los vecinos tienen perros y tampoco se arrimaron”.

 

“Este tipo de medición tiene más consistencia científica que el hecho de encontrar un animal con estas características: con la lengua y los ojos extraídos, con una precisión quirúrgica. Lo más relevante es que se pudo confirmar la existencia de un círculo en el que hay variaciones de temperatura y en otro sector hay corriente en el suelo”, manifestó entonces Puentedura. El investigador no ocultó su emoción por tratarse de la primera medición en terreno que confirmaba la abundante literatura sobre el fenómeno.

 

También midió con un tester la capacitancia del terreno, o sea la capacidad de almacenar energía, que varió de 400 microfaradios a 4 nanofaradios a nivel superficial, a medida que se alejaba del cuerpo. En el lugar el equipo y hasta el lugareño percibieron con su cuerpo esa electricidad, con una sensación de hormigueo o adormecimiento de sus extremidades.

Creemos que está relacionado con el fenómeno OVNI. Pero uno no puede decir que bajaron extraterrestres a hacer este tipo de trabajo porque no tenemos la prueba física del aterrizaje de un aparato. Lo que sí tenemos son las pruebas que hicimos en campo que son anómalas. Eso no quiere decir que sea por efecto de un OVNI, puede ser de causa natural que no conocemos, pero no lo vamos a descartar”, aclaró Puntedura.

 

Por otro lado, lamentó no disponer de un contador Geiger de radioactividad. En el terreno de la conjetura sostuvo que podría tratarse de una abducción: “Cuando un aparato se posa a una altura del terreno y por un método que no conocemos hace levitar a un objeto, animal o ser humano y luego lo deposita de la misma manera. Hubo testigos en Francia, Nuevo México y otros casos en el Canal Crónica de Argentina de una mujer que vio luces y la clásica tipología de los grises”.

 

EN LA PUERTA

El mismo fenómeno volvió a denunciarse en la provincia pocos días después y el 26 de junio de 2022 el mismo equipo se trasladó hasta el paraje La Puerta (Río Hondo), en el departamento Jiménez. Mientras se adentraban en el agreste monte encontraron en el sitio al ingeniero Eduardo Maurizio, quien había llegado para tomar muestras del fenómeno para una investigación nacional.

 

En ese lugar a unos 5 kilómetros de la Ruta 9 se había encontraba el esqueleto de una vaca mutilada con características similares a la de Quimilioj, pero también otra muerta unos 20 días antes. Maurizio tomó una muestra de la cadera que parecía presentar un aserrado idéntico al otro vacuno muerto recientemente.

“En el más reciente aparece la falta de los ojos, el corte vulvar, toda la extracción del recto y un corte circular a la altura en el vientre. No pudimos determinar la ubicación (original de la cabeza) porque nos dijeron que estaba con el cogote torcido como si hubiera caído y quedado debajo del cuerpo. No pudimos diferenciar esta medida que vimos en otros casos donde aparecen con la cabeza o la columna hacia el Nordeste o Sudeste”, señaló el ingeniero.

 

“Pese al tiempo que pasó –esgrimió Maurizio-, el animal no tiene un estado de putrefacción muy grande y recién después de 20 días habrían tenido acceso los animales y las moscas, por lo que nos dice la gente del lugar. Por las apreciaciones de la gente podemos decir que es un fenómeno único, nunca hubo algo parecido en la zona, aunque no podemos decir qué es”.

 

Por otro lado, explicó que se investigaban las características comunes en los casos que había emergido en varias provincias: “en términos generales es una muerte súbita, o sea el animal está sin ningún tipo de contracción o pataleo: en plena rumia de golpe aparece muerto. Los cortes en la quijada que son triangulares y prácticamente perfectos, la peladura del hueso es como si hubiera estado un mes al sol por la extracción limpia del músculo”.

 

“En términos generales todos los órganos internos están muy sanos y no hay otra extracción que no sea de tejidos blandos, ningún músculo dañado. En la mayoría de los casos el animal está exangüe, ya sea que haya estado en contractura o sístole, está prácticamente sin sangre. El vaciamiento que se produce del corte es como si hubiera sido hecho con un sacabocados: como si hubiese sido cortado de forma perfecta y absorbido. Normalmente el eje del animal, su cabeza, queda como mirando al Nordeste o Sudeste y también eso es llamativo”, añadió.

El ingeniero Eduardo Maurizio, con un fragmento de cadera de un animal mutilado.

Maurizio exhibió un fragmento de cadera del animal esqueletizado que presentaba un corte serrado, como efectuado por un elemento metálico, por lo que lo recogió para realizarle estudios cuyo resultado se desconoce. También señaló que en la vaca muerta recientemente tenía el mismo tipo de corte. Además, especificó que sometería el hueso a un fotografía kirlian, a la que se atribuye la detección de energía o aura.

 

“Los pobladores cuando notaron que les faltaba la vaca vieron como una luz roja desplazándose”, indicó el ingeniero. Puentedura añadió que también le comentaron que esas luces habrían sido vistas sobre un eje donde se encontraban los animales mutilados.

 

Los baqueanos Mario Bulacio y Rubén González agregaron que en la zona nunca se vio este fenómeno con anterioridad. “Se vieron luces extrañas, redondas y amarillas adentro, a 3 kilómetros de la Ruta 9, sobrevolando el monte varias veces”, dijo González. Y Bulacio agregó: “Nos llamó la atención porque un avión tiene balizas y hace ruido, pero esto era como una pelota amarilla que se dirigía a gran velocidad hacia esta zona”. Esto fue visto por varios vecinos y causó temor, según admitieron.

 

Bulacio también precisó que en el lugar no se encontró ninguna huella extraña: “Este animal como vino caminando se cayó, lo que es muy raro para nosotros, porque si cae de flaco lo primero que hace es patalear y cava un hoyo grande”.

 

También corroboraron que ningún carroñero ni insecto se acercó al cuerpo de 300 kilos. “Los animales lo ven, pero no se quieren arrimar”, aseveró Bulacio.

Los pobladores Walter Bulacio y Rubén González.

Maurizio indicó que “en la zona de La Pampa, Saliquelló y demás, es como si hubiera una línea y hay posiciones triangulares (por la posición de los animales mutilados). Si aceptáramos que ya trasciende las explicacones usuales esto podría significar que nos dejan algún tipo de señal o insinuación”.

 

Maurizio señaló que en el período de un mes se habían relevado unos 167 casos en Argentina, mientras que en México, Puerto Rico y EEUU hubo cantidades similares que se dieron de forma masiva y luego disminuyeron. “Los informes del FBI concluyeron que no había ninguna explicación”, acotó.

 

LAS MEDICIONES ANÓMALAS

El equipo de AEIFOAB prosiguió la penosa marcha por el monte achaparrado y plagado de espinas hasta ubicar al animal muerto recientemente. Puentedura utilizó un termómetro de precisión con sistema láser incorporado que en el animal detectó 16-18 grados, alrededor disminuía y al llegar a un círculo similar al de Quimilioj volvía a subir, a los 3 metros aproximadamente, para volver a descender hacia afuera.

 

En Quimilioj esa franja estaba a los 4 metros aproximadamente y tenía una extensión de 1,80 metros. “En este caso de un animal que lleva más de 20 días, según refieren los pobladores, es posible que el efecto haya mermado”, consideró.

 

Allí constataron que el cadáver no presentaba rigidez cadavérica, pese al tiempo transcurrido, ni había olor nauseabundo o la presencia de alimañas e insectos.

También utilizaron un telurímetro, que se emplea para el sistema de puesta a tierra que es necesario para mantener la seguridad de las personas que trabajen o estén en contacto con las instalaciones, así como mantener en condiciones óptimas de operación los distintos equipos de la red eléctrica en caso de pérdida de aislamiento de las líneas.

 

El técnico Juan Sirevich explicó “en las cinco mediciones que realizamos encontramos una resistibilidad del terreno muy alta (11.900 ohmnios), fuera del rango normal. Eso sucede generalmente en terrenos arenosos o montañosos y aquí tenemos una buena tierra para descartar esa posibilidad. En la sexta medición nos da una resistencia muy alta, pero entre una y otra varía hasta 4.300 ohmnios”.

 

“Debido a las características del terreno debiera oscilar entre 40 y 150 ohmnios por metro cuadrado, pero en este caso arrojaba resultados muy elevados”, graficó.

 

Puentedura añadió que fuera de rango implica que el terreno no presenta las condiciones para la medición, pese a que a 20 centímetros de profundidad se detectó humedad -que permite la conductividad- con las jabalinas incrustadas en el piso. Una de las posibilidades es que los fluidos del animal se hubiesen drenado, pero ni aun así el aparato pudo medir.

Con el multímetro en proximidades del animal no se detectó variación de corriente alterna, apenas unos escasos microvoltios que el propio aparato pudo haber inducido con la lectura de capacidad, según explicó Puentedura. “Cerca del animal, a 2 o 3 metros, la lectura se hace parecida al de Quimilioj, pero después de eso no se registra nada. Estimo –es una conjetura, no lo puedo asegurar- que si hubiere algún efecto está desvanecido”, por el paso del tiempo. “Lo de Quimilioj fue fuera de serie al poder medir corriente alterna sobre el terreno”, enfatizó.

 

Luego de desandar el monte laberíntico, ya de noche, la misma prueba con el telurímetro se hizo al costado de la Ruta 9, sobre el mismo terreno, y arrojó resultados completamente diferentes: “Donde está el animal las mediciones salían fuera de rango o eran muy altas. La misma medición en esta zona da un resultado que normalmente tiene que dar este tipo de terrenos, mucho más baja”, informó Sirevich.

 

Puentedura concluyó: “En los parámetros encontrados cerca del animal, con la misma consistencia del terreno, notamos una resistencia mucho más alta en el lugar donde estaba el animal muerto. Pero a una distancia considerable nos da una medición normal (17 ohm) como suele suceder en este tipo de terrenos”.

 

UN FENÓMENO CON MUCHOS INTERROGANTES

El revuelo en todo el país por la multiplicación de ganado mutilado llevó a que el Senasa (Sanidad Animal) primero sostuviera que “los carroñeros no podía ser los causantes de las mutilaciones que eran intencionales”.

 

Pero luego su titular, Bernardo Cané, cambió de postura poco después: “Descartamos a los marcianos, al pombero y otras tradiciones rurales argentinas”, bromeó. Y esgrimió estudios del INTA Balcarce y la Universidad del Centro (UNICEN) que concluyeron que la muerte del ganado se debía a causas naturales (enfermedades respiratorias) y que el responsable de su mutilación sería el ratón hocicudo rojizo (Oxymycterus), asociado con peludos, zorros y aves.

Esto se basó en muestras de 30 casos de la zona pampeana y en un simulacro de mutilación realizado en laboratorio. Esto llevó a afirmar que al menos en los cadáveres analizados las heridas que parecían quirúrgicas y sin cauterizar eran producidas por el roedor.

 

Pero esas investigaciones dejaron cabos sueltos. En primer lugar ese tipo de ratón no figura como fauna autóctona de Santiago del Estero, según el mapa del Sistema de Información de Biodiversidad (SIB) de la Administración de Parques Nacionales de Argentina. Su presencia está documentada y validada sobre todo en la zona del Litoral y Centro, por lo que su presencia más cercana es en Córdoba, aunque no se descarta su propagación.

 

Sin embargo, el estudio no permite establecer que se haya extendido a todo el mundo ya que los casos de mutilaciones aparecieron en los más diversos países. Un dato intrigante es su cambio de dieta de gusanos e insectos, a carne de animales muertos.

 

Los pobladores de las regiones de Santiago del Estero donde aparecieron animales mutilados no encontraron explicaciones convincentes, pese a conocer como nadie la fauna local. En ambos casos quedaron desconcertados justamente por la ausencia de animales carroñeros o insectos. Además, lo sorprendente es que esos casos hayan sido puntuales y no se multiplicaran si existiera una colonia de los voraces ratones.

El ratón hocicudo rojizo, al que se atribuyeron las mutilaciones del ganado.

Por otro lado, las prospecciones efectuadas en Quimilioj y La Puerta por AEIFOAB permitieron documentar con instrumental técnico las anomalías energéticas en ambos sitios del hallazgo de los animales, que tampoco encuentran una explicación en los estudios oficiales.  

 

Al menos una causa judicial abierta por el episodio en Quimilioj tampoco arribó a una explicación concluyente y seguramente terminó archivada y descartada. En definitiva, el origen del fenómeno atribuido por organismos oficiales fundamentalmente a un ratón no alcanzó a despejar las numerosas incógnitas que, 20 años después, todavía desconciertan a los habitantes de esos recónditos parajes.

 

Como reflexionó el poblador González, cuando se le preguntó si los vecinos atribuían esos hechos a extraterrestres: “Dicen que podría ser eso, pero nadie dio la verdad que es”. Un interrogante que aún persiste.

 

Fuentes:

-Informes de AEIFOAB disponibles en You Tube, editados con material del programa de Cable Express «El protagonista es usted», conducido por Marcos Hermelo.

-Diario Página 12 (02/07/02): «Un sospechoso rojizo y hocicudo: para el Senasa ahora la mutilación de las vacas la produce un ratón».