El abogado de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, renunció a defender a un comisario de la Policía de la Ciudad investigado por presunto encubrimiento del crimen del joven futbolista de Barracas Central Lucas González porque tiene que asumir como funcionario.
Se trata de Julián Curi, quien asistió a Bullrich en causas penales en las que estuvo imputado y ahora fue designado como subsecretario de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Curi era hasta ahora el defensor del comisario mayor Fabián Lencina, quien fue mencionado por dos acusados por el encubrimiento del crimen del futbolista de Barracas Central, los policías Daniel Santana y Rodolfo Ozán.
Santana fue absuelto en el juicio oral pero Ozán fue condenado a seis años de cárcel.
Lencina, titular del Área II de la Policía de la Ciudad (a cargo de las comunas 4, 8 y 9) fue sindicado como el oficial de mayor jerarquía a quien le reportaron todo lo que ocurría en el lugar en el que fue asesinado Lucas González en la mañana del 17 de noviembre de 2021.
El fiscal Leonel Gómez Barbella pidió su detención acusándolo de encubrimiento, pero el planteo fue rechazado en primera instancia y en Cámara y su situación procesal quedó sin definirse.
Curi renunció a la defensa de Lencina mediante un escrito presentado en plena feria judicial.
“Con motivo de mi designación en el cargo (Decreto Nº 62/2024) y en los términos de la ley sobre el ejercicio de la profesión de abogado en la Capital Federal, concurro a efectos de renunciar al cargo de abogado defensor de Fabián Lencina”, sostiene el escrito.
Curi defendió a la actual ministra de Seguridad en expedientes como la acusación por haber filtrado a la prensa las imágenes del ex vicepresidente Amado Boudou en jogging, pantuflas y recién despertado cuando fue detenido en relación con la Causa Ciccone.
Bullrich fue sobreseída en esa causa por el juez federal Sebastián Ramos.
Lucas González fue asesinado en noviembre de 2021 por tres integrantes de una brigada de la Policía de la Ciudad que ya fueron condenados a prisión perpetua.
Otros policías sufrieron penas de entre cuatro y ocho años de cárcel por encubrimiento.
Otro uniformado está detenido y a la espera de un nuevo juicio oral.